Sean bienvenidos a comentar

A lo largo de nuestra vida, todo lo que hemos aprendido ha sido gracias a nuestras propias experiencias y a la de los demás. Cada uno tiene su propia historia, cada uno vive a su manera. Este blog fue creado para poder COMPARTIR nuestras experiencias, este ambiente es solo para nosotros. Comenten y compartan con nosotras las cosas que pasan en nuestras vidas.

sábado, 12 de noviembre de 2011

¿QUÉ SERÍA DE MI SIN DIOS?

Cada vez que nos sucede algo que no nos gusta, cuando  nos sentimos incómodos; cuando nuestra depresión es mayor que nuestra razón, cuando llegamos a sentir que estamos desolados y sin fuerzas para poder continuar, cuando sintamos que ya no podemos más y que nadie nunca nos entenderá … Recordemos que alguien siempre nos acompañará … Sí, esa personas es Dios, quien nunca nos desamparará.
 Él es la persona más atenta, la que nos cuida y protege sin que nos demos cuenta, es el único que no nos dice nada, pero que nos escucha cada vez que queremos hablar (y cuando lo hacemos sin parar).
Esto, para algunas personas les parecerá algo cursi y sin sentido que decidirán ya no visitar el blog, pero saben que esto puede ser muy cierto, solo que son tímidos o están reacios a aceptar que cada vez que atravesamos una dificultad, creemos que ya no podemos más y que nada nunca cambiará, en esos momentos solo podemos recurrir a Dios, quien abre las puertas para todos aquellos que realmente quieran entrar. 
Algunas personas no saben cuándo o en qué momento podemos hablar con Dios, pero 
es muy fácil encontrar el lugar adecuado para hablar con Dios: Debemos buscarlo cuando estemos solos en nuestro cuarto, cuando realmente tengamos en tiempo suficiente para poder reflexionar sobre nuestra vida, y lo que estamos haciendo de ella; debemos buscar un rinconcito de nuestro hogar o fuera de él, en donde podamos hablar y expresarnos con tranquilidad.
Durante nuestra larga vida pasamos por diversas cosas, las cuales nos hacen rabiar, sonrojar, reír y llorar hasta no parar.
Nuestras lágrimas, aquellas que botamos en nuestra almohada echados sobre nuestra cama, un lugar clásico al que nadie puede entrar, y donde puedes hablar con él y tratar de encontrarte a ti mismo(a). Podemos sentir el silencio, el cual poco a poco nos tranquiliza, hasta en algunas veces, quedarnos profundamente dormidas.
En esos momentos de angustia, desesperación, frustración, dolor, amargura, debemos recordar que: 
*Cada vez que perdamos nuestra fe, Dios va a estar allí, y no te dejará solo.
*Cada vez que pasemos por una depresión, El mejor amigo al que podemos acudir es Dios.
*Cada vez que tengamos problemas por las deudas familiares o personales, Nuestro Padre Celestial nos ayudará a encontrar y a seguir el camino para conseguir todo lo que nos hace falta y todo lo que necesitemos.
*Cada vez que sintamos el dolor de un amor no correspondido o de una decepción amorosa, debemos pedir a Dios paz, tranquilidad y perdón, que él nos la dará y sobre todo que él nos ayudará a sobrellevar esas grandes penas de amor.
*Cada vez que tengamos algo que contar y no encontremos con quién hablar, contémoslo a nuestro Señor, quién a pesar de no estar presente físicamente como “tus amigos” te ayudará y se convertirá en tu mejor aliado por la eternidad.
¿Qué sería de nuestra vida y de nosotros sin la presencia y ayuda de Dios?
¿Cuántas son las veces que lo hemos olvidado, pero que él nunca nos ha dejado?
¿Cuántas veces nos hemos acercado a él solo cuando nos sucede una desgracia o pasamos algún dolor? 

No hay comentarios: